Ya va acercándose el verano. Ya llega el calor. Ya nos invade ese característico olor a basura que nos acompañará hasta noviembre, más o menos. Ya zumban en nuestros oídos millones de máquinas de aire acondicionado a toda potencia que, con la ayuda del asfalto y el cemento, multiplican y amplifican la sensación de agobio y opresión. Ya llega el calorcito: desperdicios, mal humor, apagones, sudor y cielos grises para todos. A disfrutar.
Te veo optimista, Camilo. Ya llega el veranito y es época de que nos tomemos una cervecita en el Retiro :-)
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